Las autoridades sanitarias de Estados Unidos han confirmado la identificación de 21 casos de fiebre de Oropouche en individuos que habían regresado recientemente de Cuba

Según el informe emitido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) este martes. De estos casos, tres requirieron hospitalización, lo que resalta la gravedad potencial de esta enfermedad.

Los casos fueron registrados hasta el 16 de agosto y la mayoría de los afectados comenzó a presentar síntomas entre mayo y julio del presente año. Afortunadamente, hasta ahora no se han reportado fallecimientos relacionados con esta enfermedad en territorio estadounidense, de acuerdo con el informe semanal del CDC.

La semana pasada, el gobierno de Estados Unidos emitió una alerta de nivel 2 para aquellos viajeros que tengan planes de visitar Cuba, en respuesta al brote del virus en la isla.

Esta alerta aconseja a los viajeros que tomen precauciones adicionales durante su estancia en el país caribeño, lo que incluye evitar áreas donde se ha confirmado la presencia del virus y protegerse contra las picaduras de mosquito.

El CDC ha señalado que "existe un brote de fiebre de Oropouche en Cuba", y ha acompañado esta advertencia con un mapa que indica las zonas afectadas.

Además, se ha reportado un número creciente de casos de fiebre en viajeros tanto estadounidenses como europeos que han regresado de Cuba, lo que sugiere que el riesgo de exposición sigue siendo significativo.

La fiebre de Oropouche es una enfermedad viral que no cuenta con tratamientos específicos ni vacunas disponibles.

Es transmitida a través de vectores, principalmente por la picadura de mosquitos como el Culex quinquefasciatus y el jején, lo que la convierte en un problema de salud pública en las zonas donde se presenta.

Los síntomas de la fiebre de Oropouche incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, rigidez en las articulaciones, dolores musculares, y en algunos casos, visión doble, náuseas y vómitos persistentes.

Estos síntomas suelen tener una duración de entre cinco y siete días, lo que puede llevar a una considerable incomodidad y dificultad para realizar actividades cotidianas.