En los últimos cinco años, los cubanos que buscan emigrar a Estados Unidos se han enfrentado a muchos obstáculos, desde la eliminación de la política de Pies secos, Pies mojados en 2017, el camino hacia la residencia permanente en Estados Unidos se ha vuelto cada vez más estrecho para los migrantes irregulares de Cuba.
Antes de la eliminación de esta política, muchos cubanos podían recibir beneficios inmediatos al pisar suelo estadounidense, como food stamps y permisos de trabajo, y luego acogerse a la Ley de Ajuste Cubano para obtener la residencia permanente.
Sin embargo, ahora los migrantes irregulares procedentes de la isla tienen que esperar un año y un día para poder solicitar la residencia permanente después de entrar a los Estados Unidos.
A pesar de esto, la Ley de Ajuste Cubano sigue siendo un beneficio único en su tipo que da a los nacionales de Cuba una vía segura a la green card estadounidense.
Los cubanos que llegan a la frontera sur de Estados Unidos con México ya no lo tienen tan fácil, ya que ahora se enfrentan a un nuevo obstáculo:
el programa de parole humanitario, que restringe la entrada al país y hace que quienes traten de entrar ilegalmente no sean elegibles para el parole.
Aunque los cubanos que llegan a la frontera sur de Estados Unidos todavía tienen la posibilidad de entrar al país a través del programa de parole humanitario, la situación ha cambiado drásticamente en los últimos años.
Mientras algunos todavía pueden acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, otros se enfrentan a años de espera para regularizar su estatus migratorio en los Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. ha anunciado recientemente que, desde la implementación de una medida para restringir las llegadas irregulares de nacionales de ciertos países, la cifra ha disminuido en un 97 %.
Aunque la medida tiene un aspecto positivo al controlar el tráfico humano desde Nicaragua, solo un pequeño número de personas obtienen visas mensuales en comparación con las que antes entraban en el país.
Los cubanos no tienen ninguna preferencia en la entrada a EE. UU. y que a menudo se les devolverá a México si intentan ingresar ilegalmente.
Además, aunque la Ley de Ajuste Cubano todavía se mantiene, no está abierta a tantos migrantes como antes.
Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, ha dicho que la Administración Biden está tratando de frenar el flujo de indocumentados cubanos sin afectar la Ley de Ajuste Cubano.
Aún está por verse si estas nuevas regulaciones cambiarán sustancialmente la situación de los inmigrantes cubanos que buscan entrar clandestinamente por la frontera.
El nuevo programa de inmigración limita las entradas, lo que marca una diferencia significativa. Sin embargo, es importante destacar que otros grupos, como los venezolanos y nicaragüenses, no tienen acceso a una Ley de Ajuste para convertir su parole temporal en residencia permanente, a diferencia de los cubanos. Esto significa que los cubanos mantendrán un cierto privilegio en cuanto a la inmigración se refiere.
Aunque la entrada por la frontera ha sido más igualada, la existencia de la Ley de Ajuste seguirá diferenciando el caso cubano.
Los cubanos son los únicos que pueden acceder a una residencia permanente legal a través de esta ley, mientras que otros grupos deben conformarse con un permiso temporal limitado a dos años.
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