El sistema migratorio estadounidense se encuentra colapsado debido al constante flujo de inmigrantes indocumentados en la frontera sur. Según un informe del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales de la Universidad de Syracuse, al 30 de noviembre había más de 3 millones de casos pendientes en la Corte de Inmigración.
Esto representa un récord histórico y demuestra la grave crisis que atraviesa el sistema migratorio en Estados Unidos.
En tan solo 12 meses, el número de casos pendientes aumentó en 1 millón, pasando de 2 millones en noviembre de 2022 a más de 3 millones en noviembre de 2023.
Cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021, la Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) ya tenía acumulados alrededor de 1.2 millones de casos.
En enero de 2017, cuando Donald Trump asumió la presidencia, el número de casos pendientes era de aproximadamente 520,000.
El informe también revela que durante el último trimestre de julio a septiembre de 2023, se acumularon casi 400,000 nuevos casos, con un promedio mensual de 130,000 expedientes. En octubre y noviembre de 2023, el crecimiento mensual fue aún mayor, lo que evidencia la incapacidad del sistema para atender, revisar y decidir casos, especialmente los relacionados con solicitudes de asilo.
El informe del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales destaca que las administraciones anteriores, desde el gobierno de George W. Bush, han fracasado en abordar este problema aparentemente insoluble en la EOIR.
En cuanto a los jueces de inmigración, el informe señala que durante los primeros tres años de la administración de Biden, se aceleró la contratación de nuevos jueces.
Actualmente, hay 682 jueces en ejercicio, y en promedio, cada juez cerró alrededor de 975 casos durante el último año fiscal.
A pesar de que hay más jueces que en 2016, el flujo constante de nuevos casos ha llevado a un aumento en la carga de trabajo de cada juez.
En promedio, cada juez tiene asignados 4,500 expedientes, lo que significa que cada caso tarda aproximadamente 4.6 años en ser resuelto. Esta demora preocupa tanto a los abogados como a las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes.
El severo atasco en la Corte de Inmigración es especialmente problemático para aquellos inmigrantes que tienen un buen caso de asilo o una sólida defensa para evitar la deportación.
Estos individuos deben esperar meses o incluso años para tener una audiencia y vivir con la angustia de no saber si ganarán sus casos y podrán quedarse en Estados Unidos.
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