El Gobierno está planeando enviar agentes a Panamá con el objetivo de entrevistar y deportar a los migrantes que marchan en busca de asilo en Estados Unidos. Esta estrategia está siendo desarrollada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS)
Consiste en un grupo de agentes de asilo del servicio de inmigración y agentes de ICE, quienes se encargarán de preparar a agentes panameños en tareas para determinar las posibles causas de asilo y también proceder a la deportación de aquellos que no tengan una causa legal para llegar a Estados Unidos.
El gobierno de Joe Biden está preparando a un grupo de agentes federales de inmigración para enviarlos a Panamá, donde brindarán ayuda a las autoridades locales en la entrevista de posibles solicitantes de asilo en Estados Unidos.
Esta estrategia forma parte de un plan que la Casa Blanca está llevando a cabo y del cual se conocieron algunos detalles a principios de noviembre.
El objetivo del gobierno es endurecer los requisitos de asilo con el fin de reducir la presión que se ha vivido durante meses en la frontera sur del país, debido a la llegada de cientos de miles de inmigrantes de distintas nacionalidades.
Panamá, específicamente el denominado Tapón del Darién, una selva ubicada en la frontera con Colombia y el resto de Sudamérica, se ha convertido en una de las principales rutas de tráfico de extranjeros que huyen de sus países debido principalmente a la pobreza, la violencia y los efectos del cambio climático, y que intentan llegar a la frontera norte de México para solicitar asilo al gobierno estadounidense.
Los planes de envío de agentes federales de inmigración a Panamá fueron revelados por dos funcionarios del gobierno de Biden que tienen conocimiento de la estrategia y que lo informaron a la cadena de noticias CBS. Estos funcionarios señalaron que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha identificado a un equipo de funcionarios con experiencia en la selección de solicitantes de asilo y en la deportación de inmigrantes, los cuales serán enviados a Panamá una vez que se alcance un acuerdo final con el gobierno de ese país.
Entre el grupo de personal que sería enviado a Panamá se incluyen agentes de asilo de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) y agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), encargados de las deportaciones.
Ambas agencias operan bajo el mando del DHS.
Además, los informes indican que Panamá solicitó la asistencia de Estados Unidos para poder controlar el alto flujo de migrantes que transitan diariamente por el Darién y luego se dirigen hacia el norte para cruzar Centroamérica y luego México.
Según datos del gobierno de Panamá, se estima que alrededor de 500,000 migrantes, la mitad de ellos mujeres y niños, han cruzado a pie el Tapón Darién en lo que va del 2023.
La gran mayoría de estos migrantes provienen de Venezuela, un país que ha visto huir a millones de sus ciudadanos en los últimos años para escapar de una crisis económica generalizada y un gobierno autoritario encabezado por Nicolás Maduro.
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