Estados Unidos ha repatriado a 31 balseros cubanos que fueron detenidos en tres operaciones diferentes en el Estrecho de Florida por tripulaciones de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Según un comunicado de la agencia de control fronterizo, la primera detención ocurrió en la mañana del viernes pasado, cuando agentes del Sector Key West recibieron un informe del guardacostas Walnut sobre un viaje ilegal de inmigrantes a 38 millas al suroeste de Marquesas, en el sur de Florida.
La tripulación del Walnut llegó al lugar y subió a los migrantes a bordo.
Ese mismo viernes, por la tarde, otra embarcación de balseros fue interceptada a 23 millas al norte de la provincia de Matanzas, Cuba, por una tripulación aérea HC-144 Ocean Sentry de la Estación Aérea de Miami.
El escampavía Walnut fue enviado al lugar y embarcó a las personas de manera segura.
El sábado por la mañana, un "buen samaritano" alertó a los funcionarios del Sector Key West sobre la presencia de un bote de migrantes a 23 millas al sur de Plantation Key. Las tripulaciones de los barcos de la estación de la USCG de Islamorada llegaron al lugar y embarcaron a los migrantes.
La Guardia Costera estadounidense reafirmó que una vez a bordo de un guardacostas
Todos los migrantes son tratados con dignidad y respeto, recibiendo comida, agua, alojamiento y atención médica básica.
El teniente comandante Juan Ramírez, fiscal del Séptimo Distrito de la Guardia Costera, afirmó que la máxima prioridad es evitar la pérdida de vidas en el mar y que la migración segura, ordenada y legal es lo mejor para Estados Unidos y los países socios en el Caribe.
El servicio de guardacostas estadounidenses también devolvió a 26 balseros cubanos que fueron capturados en alta mar cerca de los Cayos de Florida y a otros siete balseros que tocaron tierra en Cayo Largo.
El gobierno de EE.UU. sigue insistiendo en que todas las personas que intenten o lleguen ilegalmente por mar no podrán permanecer en el país y serán procesadas de acuerdo con las leyes y políticas estadounidenses, retornando a su país de origen o al de partida.
Numerosos cubanos arriesgan sus vidas en la peligrosa travesía marítima hacia Estados Unidos debido a la escasez de alimentos, insumos médicos y la creciente inflación en la isla. A pesar de la crisis migratoria cubana, el programa de parole humanitario de la Administración Biden ha reducido el flujo de balseros.
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