En Panamá, se está experimentando una subida extrema de migrantes y un éxodo masivo en aumento. Actualmente, están entrando más de 2.500 personas migrantes por día, convirtiendo a Panamá en la puerta de entrada a Centroamérica desde el sur del continente.
Joe Biden ha tenido dificultades para resolver de manera satisfactoria el problema de la llegada y el paso de migrantes indocumentados a través de la frontera sur. Su intento de establecer un mecanismo para evitar que grandes concentraciones de solicitantes de asilo acamparan a lo largo de ambos lados de la frontera no fue bien recibido por nadie.
Además, recientemente un juez federal le ordenó suspender esta medida, aunque posteriormente un tribunal colegiado desechó dicha orden y confirmó la decisión de Biden. Este evento es solo un ejemplo de las tensiones que este fenómeno ocasiona.
En las estaciones de recepción migratoria, donde hay presencia de una docena de organismos internacionales, las autoridades de Panamá están tomando los datos biométricos de los viajeros y les están ofreciendo servicios de salud y alimentación.
Esta operación es única en el continente y busca brindar apoyo a los migrantes.
Desde el inicio de año, han llegado a Panamá por la jungla un total de 294.182 migrantes irregulares, una cifra inédita según los datos del Servicio Nacional de Migración (SNM). Solo esta semana, han arribado al Darién 2.765 migrantes, de los cuales el 23,1% o 640 eran menores de edad.
Durante este mes de agosto, se ha registrado un repunte muy grande en la migración, con un total de 42.424 migrantes entrando por el Darién en comparación con otros meses.
Esta migración se debe a los cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos, ya que la mayoría de estos migrantes tienen como destino final dicho país.
Estados Unidos ha aplicado cambios en los parámetros para otorgar asilo y ha endurecido su política para aquellos que ingresen de manera ilegal.
El intento de establecer un mecanismo para evitar grandes concentraciones de solicitantes de asilo a lo largo de la frontera fue un primer paso en la dirección correcta. Sin embargo, esta medida no fue suficiente para satisfacer a todos los involucrados.
La orden de suspenderla por parte de un juez federal planteó interrogantes sobre su efectividad y generó más tensiones en torno al tema.
Es importante destacar que, aunque la orden de suspensión fue posteriormente desechada por un tribunal colegiado, la decisión de Biden de continuar con su plan fue confirmada.
Esto muestra la determinación del presidente de abordar este problema y encontrar soluciones efectivas.
La llegada y el paso de indocumentados ha generado preocupación y debate en todo el país. A pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno, no se ha logrado encontrar una solución satisfactoria.
Sin embargo, este evento es solo un ejemplo de las tensiones que se generan debido a la llegada y el paso de indocumentados
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